Por Derek Sivers
Traducción libre del Artículo original: https://sive.rs/time
Todo el mundo sabe lo que es ser introvertido o extrovertido, pero hay otro eje que marca una diferencia mucho mayor. Se trata de centrarse en el presente o en el futuro.
Algunas personas se centran sobre todo en el momento presente. Viven el presente y hacen lo que les gusta en ese momento.
Otras se centran sobre todo en el futuro. Utilizan el presente como un trampolín y hacen lo mejor para su futuro.
Lo aprendí en el libro La paradoja del tiempo, del legendario psicólogo Phil Zimbardo, y me dejó alucinado. Me ayudó a entender a esas personas que antes me parecían locas. También me ayudó a entender por qué yo actúo como lo hago.
Fíjate en estos ejemplos.
Personas centradas en el presente:
- Persiguen el placer, la emoción y la novedad.
- Se centran en la gratificación inmediata
- Aprecian especialmente la vida, la naturaleza y las personas que les rodean
- Son juguetonas, impulsivas y sensuales
- Evitan todo lo aburrido, difícil o repetitivo
- Se sumergen por completo en el momento y pierden la noción del tiempo.
- Son más propensos a consumir drogas y alcohol
- Se les da mejor ayudar a los demás que ayudarse a sí mismos
Personas centradas en el futuro:
- Retrasan la gratificación
- Tienen autodisciplina porque ven con claridad sus objetivos futuros.
- Tienden a vivir en sus mentes, imaginando otros yos, escenarios y futuros posibles
- Les gusta especialmente su trabajo
- Hacen ejercicio, invierten y se someten a exámenes médicos preventivos.
- Son mejores ayudándose a sí mismos, pero peores ayudando a los demás.
- Tienen más probabilidades de tener éxito en sus carreras, pero a menudo a expensas de sus relaciones personales, que requieren un enfoque en el presente.
Su enfoque temporal es ambiental. Las personas que crecen en lugares inestables se centran más en el presente porque imaginar el futuro es difícil. Las personas que crecen en climas fríos se centran más en el futuro porque tienen que prepararse para el invierno.
Tu enfoque temporal puede cambiar en un instante. Si le pides a una persona centrada en el presente que describa su carrera profesional definitiva y escriba los pasos para alcanzar esos objetivos, su enfoque cambiará hacia el futuro. Si le pides a una persona centrada en el futuro que mencione todos los sonidos de fondo que puede oír, o dónde toca su cuerpo la silla, su enfoque cambiará al presente.
Tus valores cambian tu enfoque. Estar enamorado o hacer arte empuja a alguien a centrarse en el presente. La ambición empuja hacia el futuro.
Ambas mentalidades son necesarias. El presente es necesario para disfrutar de la vida. Pero un exceso de enfoque en el presente puede impedir la felicidad profunda del logro. (Yo lo llamo «felicidad superficial» frente a «felicidad profunda»).
Ojalá todo esto formara parte de un entendimiento común, del mismo modo que entendemos cuando los extrovertidos quieren salir a divertirse y los introvertidos quieren quedarse en casa con un libro.
Este concepto me ayuda incluso a entenderme a mí mismo cuando actúo fuera de lo normal. Si actúo de forma indisciplinada, me doy cuenta de que es porque he dejado de ver con viveza mi futuro. Sólo veo el presente. Si actúo demasiado desconectado, me doy cuenta de que es porque estoy obsesionado con mis objetivos. Sólo puedo ver el futuro.
Espero que la idea te resulte tan útil como a mí.
